martes, 6 de enero de 2009

Reedicción discos Frank Zappa

La buena noticia primero: seis discos de Frank Zappa acaban de ser editados en la Argentina. Seis puntas de una fulgurante estrella que tiene más de 60 álbums y que vienen a llenar un enorme hueco en las bateas, en donde sólo sobrevive un puñado de cajitas cansadas de juntar tierra, o de esperar un descubrimiento tardío. Encerrado en los viejos vinilos del melómano local, que encontraron renovación en 1995, cuando se reeditó en CD una veintena de títulos hoy inhallables, el genial guitarrista y compositor californiano es un figurita brava de rastrear. Estas seis gemas, además, sirven como recordatorio de los 15 años de su muerte, el mes pasado.
Esta imbatible mano de un juego de naipes vuelve a poner en circulación al atrevido Zappa, un fuera de serie que cubrió todos los casilleros de quien hace música con los mejores elementos. Iconoclasta, lo suyo fue campear sin esfuerzo entre el rock, jazz, doo woop, heavy metal, blues, funk, sátira, comedia y música clásica.
Habrá que acordar, nomás, después de la exhaustiva escucha de cada uno de estos trabajos, que Frank Zappa hizo bien casi todo, acompañado siempre por músicos que alcanzaban las difíciles cimas que él les proponía y que estaban a la altura del desafío. Nombres como Jean-Luc Ponty, Sal Marquez, Ian Underwood, George Duke y Tom Fowler eran portadores de la velocidad, precisión y sensibilidad requeridas.
En orden cronológico, los discos arrancan con Hot Rats (1969): primer trabajo en solitario después de desarmar la primera formación de su banda The Mothers of Invention, con una parte inicial que coquetea con el rock (la genial “Peaches in Regalia” y “Willie the Pimp”, con Captain Beefheart como vocalista estrella) y una segunda más jazzera. Sigue Weasels Ripped My Flesh (1970), realizado junto a la nueva alineación de The Mothers..., una mezcla entre música experimental grabada en vivo y temazos hechos y derechos (el increíble blues “Directly From My Heart to You”, con un violín tremendo a cargo de “Sugar Cane” Harris; y la provocadora “My Guitar Wants to Kill Your Mama”). Encima, tiene la que seguramente ranquea para ser la tapa más espeluznante de la historia (“Horriblemente buena” dicen que dijo la revista Pelo).
Over Nite Sensation (1973), también junto a The Mothers..., es algo así como de fácil escucha –si semejante cosa es posible en Zappa– y plagado de letras referentes al sexo notablemente enlazadas a una variedad de ritmos, como el hit “Camarillo brillo”. Luego, grabado con los mismos músicos, en One Size Fits All (1975) apostó por más mezcla de ritmos y esos toques satíricos tan suyos.
La serie se completa con Zappa in New York (1977), en vivo en Navidad, y finaliza con Sheik Yerbouti (1979), en el que brillan “Bobby Brown Goes Down” –acaso su tema más conocido– y “Dancin’ Fool”, donde vuelve a demoler –como hizo siempre– cualquier último grito de la moda. (Fuente: Crítica)

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